TIAHUANACO
"la ciudad del Dios Viracocha"
Tiahuanaco es una antigua ciudad arqueológica, ubicada en Bolivia a unos 15 km al sudeste del lago Titicaca. Esta ciudad fue el centro de la civilización Tiahuanaco, una cultura preincaica que basaba su economía en la agricultura, la ganadería y la arquitectura. Esta civilización irradio su influencia tecnología y religiosa hacia otras civilizaciones contemporáneas a ella.
La ciudad de Tiahuanaco se caracteriza por su arquitectura decorada con relieves y planos incisos colocados sobre estelas, esta compuesta por varias construcciones arquitectónicas importantes: templo Kalasasaya, la pirámide de Akapana, el templete semisubterráneo, la puerta del sol, Puma Punku, esculturas de sus jerarcas, grandes pirámides y restos de instalaciones militares y palacios civiles.
Pirámide Akapana (Tiahuanaco) |
Testimonio material de una importante cultura preincaica, la cultura Tiahuanaco poseía un puerto en el lago Titicaca aunque ahora se encuentre a 15 km de distancia de él. La magnificencia de su cultura se expresa en su excelente obra cerámica, con los famosos queros (vasos ceremoniales), los huaco-retratos (retrato con relieve de un rostro humano en una vasija), así como los textiles y sobre todo en las construcciones arquitectónicas, muchas de las cuales comportan orientación astronómica.
Esta cultura, según algunos autores, se inició alrededor del 1580 a. C. a 1000 d. C. aunque, según estudios más recientes, se desarrolló desde 1.500 y colapsó alrededor del año 900 o 1.000 d. C. Dada su aparente antigüedad, algunos estudiosos propusieron que Tiahuanaco fue la cultura madre de las civilizaciones americanas, mientras que otros la consideraban como la capital de un antiguo imperio megalítico, o de un gran imperio que se expandió por todos los Andes centrales.
TIAHUANACO
-una ciudad construida por gigantes-
Tiahuanaco es, sin duda alguna, uno de los conjuntos arqueológicos más enigmáticos de la América preincaica. Situado en pleno altiplano boliviano, se halla muy próximo, como ya hemos dicho, a las profundas aguas del Lago Titicaca, el lago navegable a mayor altura del mundo. Existen muchas contradicciones con respecto a sus orígenes. La tesis mejor aceptada nos dice que Tiahuanaco no fue más que una pequeña aldea que creció a orillas del Lago Titicaca. Sin embargo, si eso fue así, ¿Cómo es posible que las ruinas recuperadas hasta ahora se hallen esparcidas ocupando áreas kilométricas?.
Rostro en el templo Kalasasaya |
Pero si los orígenes de esta civilización son misteriosos, también lo es su final: desaparecieron sin dejar rastro. Es decir, su desaparición aparentemente se produjo de forma brusca entre los años 1000 y 1200 de nuestra era, sin que existan motivos concretos para ello. Es como si, simplemente, abandonasen sus ciudades y se fuesen. ¿A dónde? No lo sabemos. De hecho, incluso dejaron inconclusos algunos edificios que se encontraban en pleno proceso constructivo. Es más, ni siquiera el nombre de Tihahuanaco es el nombre original, ni de la ciudad ni de la cultura, puesto que de ese modo es como los bautizaron los incas, que llegaron después.
En Tiahuanaco existen bloques que superan las 100 toneladas de peso. ¿Cómo es posible que los moviesen y trasladasen hasta la ciudad desde orillas del Lago Titicaca, de donde se supone que los extraían, en trayectos de entre 10 y 300 kilómetros, cuando además en ese área no existen árboles cuyos troncos puedan hacer de rodillos? Otro nuevo misterio sin respuesta posible.
Cuando los incas aparecen en escena, Tiahuanaco ya estaba en ruinas. Es de los propios incas de donde procede el mito que sitúa los orígenes del hombre en las cercanías del Lago Titicaca. Según los incas el dios Viracocha, un dios blanco y con barba creador del Universo, tras crear el mundo habría viajado por toda la Tierra enseñando a vivir a los hombres. Pero antes de la existencia del hombre, Viracocha también habría creado un mundo oscuro, habitado por gigantes a los que primero esculpió en piedra. Existen diferentes versiones sobre el resto del mito. Unas cuentan que los gigantes desobedecieron a Viracocha y éste los volvió a transformar en piedras en lugares como Tiahuanaco, siendo sumergidos luego por una inundación provocada por Viracocha, de la que sólo sobrevivieron un hombre y una mujer, quienes fueron transportados hasta la morada del dios en Tiahuanaco. La ciudad, por tanto, habría sido construida por los gigantes, mientras que el lago Titicaca sería lo que quedó de dicha inundación.
Si existiera un emblema de Tiahuanaco, éste vendría a ser su famosa e impactante Puerta del Sol. Se piensa que esta gigantesca puerta formaba parte de una estructura mayor y tal vez se tratase de la puerta de entrada al complejo de Puma Punku, fuera del centro urbano. La grieta que puede observarse en su esquina superior derecha se supone que fue obra de un rayo. Sin embargo, las leyendas cuentan que fue obra de los gigantes creados por el dios blanco y barbudo Viracocha y que habrían construido Tiahuanaco en un solo día. Estos gigantes, al colocar la Puerta del Sol en su ubicación actual, la habrían dejado caer de golpe y de ahí que se agrietase. La Puerta del Sol es uno de los muchos monumentos que los habitantes de la ciudad dejaron inacabados, como si hubiesen desaparecido de pronto, sin saber por qué y sin una razón concreta para ello. Tallada en un único bloque de andesita, cuenta en su parte superior con un gran relieve del “ Dios de los báculos ”, dios que habría surgido de las aguas del Lago Titicaca para crear a los hombres, al Sol, la Luna y todas las cosas para desaparecer luego en el mar, convertido en un barbudo anciano.
Puerta del Sol |
Detalle del supuesto "Dios de los Báculos" (Puerta del Sol)
-PREGUNTAS-
"los misterios de los constructores en la antigüedad"
Como siempre las preguntas que surgen son amplias y todas ellas carecen de respuestas: ¿Como fuerton capaces los tiahuancotas de llevar a cabo construcciones a base de enormes y pesadísimos bloques de piedra. Verdaderos tesoros megalíticos que, además, destacan por la suma perfección de sus cortes rectilíneos, ¿Quiénes eran, realmente, los tiahuanacotas?, ¿Cómo construyeron estos templos, que aún hoy nos asombran?, ¿Para qué fin utilizaban esos bloques de tantas toneladas de peso hace dos mil años?, ¿Cómo trasladaban dichos bloques?, ¿Cómo los izaron y colocaron?, ¿Cómo diseñaron una ciudad tan bien planificada?, ¿Cómo consiguieron tallar esquinas y orificios circulares perfectos, ángulos precisos y cortes lisos, sin estrías ni señales de herramientas?, ¿Qué le sucedió a Tiahuanaco hacia el año 1.100?, ¿Por qué desaparecieron?...
¿Obtendremos algún día las respuestas a todas, o al menos algunas de estas preguntas?
Mientras las leyendas contadas por los pobladores hablan de historias que afirman que los pesados bloques de piedra eran transportados por los aires al son de una trompeta o que los tiahuanacotas conocían los secretos de una planta que crecía en las selvas amazónicas, cuya savia tenía el poder de reblandecer la dura roca hasta transformarla en una pasta dúctil sobre la que poder trabajar fácilmente.
-Serán verdad estas leyendas-
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